sábado, 4 de febrero de 2012

Puro Arte

En casa siempre hubo uno o dos gatos o en su defecto diversas mascotas. De chicos amábamos tener mascotas. Entre aquellas mascotas que tuvimos había una gata en particular que le gustaba hacer cosas no tan comunes. Por ejemplo, dormía en la cuna de mi hermana pero no sobre la colcha como los gatos normales sino que debajo... Por lo que siempre había un bulto en la cuna aunque la hubieran tendido. Era muy pero muy fanática de las cosas con grasa o dulces entonces había que estar pendiente de no dejar nada sobre la mesa o la mesada a la intemperie. Pero bueno, ¡Andá a explicarle eso a mi papá!... Él dejaba todo así nomas y pobre del que osara tocar algo. Una buena mañana, en uno de sus descuidos, dejó la manteca sobre la mesada, la cual era una tentación para cualquier fanático de la grasa. Se va al baño y cuando vuelve ¿Quién podía estar a puro lengüetazo en la mantera? La muchuchita (si, ese era su nombre). ¿Y qué pudo haber hecho mi viejo?... Una escultura de la cara de la gata en la manteca del tremendo cachetazo que le dio en la nuca.

2 comentarios:

  1. she was a very bad kitty!! y tu papi, todo un artista jajaja... poor pet!

    ResponderEliminar
  2. Hola Ferrrrrrrrrrrrrr, :)so happy you visited my "kind of" funny blog... All true stories in here jejeje...

    ResponderEliminar